Abro mis alas y compruebo que puedo volar,
volar tras de mi sueños, mis ilusiones, de mis aspiraciones.
Compruebo que tengo el poder de decidir que rumbo tomar,
abro mis alas y vuelo, vuelo al bosque a escuchar el susurro
de las hojas de los encinos al caer, el croar de las ranas, el
chirriar de las cigarras, y el trino estridente del cenzontle.
Por un momento me olvido del estrés, de los problemas del hogar,
del ruido de los autos.
Abro mis alas y respiro el oxígeno del bosque,
me lleno del verdor de sus hojas.
Abro mis alas y vuelo, vuelo hacia mi interior.
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